Aquaria, un largo viaje bajo el inmenso mar

Érase una vez que se era, un extraño ser con forma humana pero formas anfibias (NdD: Hay quien las llama “sirenas”…) llamada Nadja que vivía en el fondo de una caverna sumergida profundamente bajo la superficie del mar.
Allí vivía y convivía con las criaturas que poblaban las aguas que rodeaban su hogar… pero, por alguna razón, acaba dándose cuenta de que, se mirase como se mirase, estaba completamente sola. Tenía un lenguaje que no usaba con nadie, cantaba canciones que sólo los peces podían escuchar y casi podríamos decir que vivía por vivir.
¿Es que ella era el único ser con conciencia de sí misma en “El Verso”? ¿Dónde estaban sus semejantes? ¿A qué venía toda esa soledad?
Así, para encontrar las respuestas a estas preguntas, Nadja se aventura en un largo viaje a lo largo y ancho del inmenso “Verso”.

Metroidvania Eccoenense

Con éste argumento podríamos decir que comienza esta larga historia y gran juego desarrollado por el grupo amateur estadounidenseBit Blot (formado únicamente por dos personas, un estadounidense y un canadiense). Este juego, galardonado con el Gran Premio de 2007 en el “Independent Games Festival” es toda una maravilla gráfica, musical y argumental, aparte de un gran juego que supone una gran serie de retos.
Su definición básica sería de “juego a lo Ecco, the Dolphin” en el que no llevamos a un personaje sobre tierra y dependiente de la gravedad sino a una sirena que navega bajo el agua con toda libertad de movimientos en 360º. Pero, si a esta ecuación le añadimos el factor “Metroidvánico”, esto es, un mapeado no lineal de un tamaño inmenso, nos encontramos con toda una joya jugable.

Al principio del juego no tendremos muchas posibilidades de movimiento: Sólo sabremos nadar y conoceremos una de las más de ocho canciones de Nadja, una canción que sólo nos protege levemente pero que nada ayuda a mostrarnos ofensivos. Así las cosas, la misma Nadja nos anima a explorar las aguas que rodean su hogar para encontrar respuestas o una salida hacia nuevas aguas.
Así pues, sin comerlo ni beberlo, nos vamos encontrando más y más canciones que nos permiten avanzar en el juego ya pudiendo eliminar obstáculos de nuestro camino o ya, dándonos la posibilidad de atacar adoptando formas de otras criaturas que alguna vez habitaron esas aguas.

Complejidad estructural, simplicidad funcional

Aquaria puede controlarse con teclado o con ratón pero no hace falta darse mucha cuenta de que ha sido diseñado con todo el mimo para ser controlado sólo con el ratón. Con tres botones (la verdad es que sólo llegamos a usar dos…) y el mismo ratón nos basta para movernos libremente por el Verso sin ninguna dificultad salvo, tal vez, cansar nuestro brazo al tenerlo constantemente en la misma posición durante más de dos horas.

Con el botón izquierdo del ratón haremos que Nadja se mueva en la dirección que señalemos en el cursor. Cuanto más lejos esté éste de ella, más rápido nadara en esa dirección. Si damos un sólo toque, Nadja se impulsará rápidamente durante un segundo, una acción evasiva muy útil y, si se impulsa hacia una pared, se pegará a ella para que, al dar otro toque, se lance a toda velocidad gracias al apoyo.
Con el botón derecho podremos hacer que cante logrando que los cantos de un color hagan que los objetos de ese mismo color reaccionen liberando objetos, comida o recetas. Y así, como ocurriría en “The Ocarina of Time”, Nadja podrá generar diferentes efectos en el entorno, ya sea generando un escudo a su alrededor, levantando rocas con facilidad o abriendo puertas que sólo responden a una canción en concreto; ya sea causando cambios en su cuerpo, como la entrada en la “Forma energética” (la forma básica de combate), la “Forma natural”, la “Forma bestial”, la casi cómica “Forma pez”… hay más de seis formas diferentes que pueden ayudarte ya en combate ya a pasar por diferentes zonas del juego a las que, sin esa forma en concreto no podrías acceder.

Así las cosas, tienes que ponerte a explorar a fondo el enormísimo mapeado de este juego (sin la ayuda de las tortugas gigantes, ir de un lado a otro manualmente te puede llevar casi media hora… y no es broma), un mapeado lleno de los peligros inherentes a los fondos marinos, a saber: Peces abisales, calamares agresivos, pulpos, nautilos de muy mala leche, medusas, tiburones, peces espada, pirañas… hay una gran variedad de enemigos “comunes”. Y de enemigos menos comunes, también como diferentes especies de sirenas como Nadja pero corruptas o monstruos marinos de tamaño descomunal.
Estas últimas criaturas conforman lo que serán los jefes a los que tendrás que acabar enfrentándote si te atreves a jugar. La mayor parte de esos monstruos son los dioses del Verso, entes que se han corrompido o han destruido a sus hijos por causas que Nadja se ve cada vez más compelida a descubrir. Todos ellos son enormes, decenas (sino cientos) de veces más enormes que la pequeñita Nadja y con los que tendrás que manejar algo de lógica más que fuerza bruta para acabar con ellos y sonsacarles información o ayuda.

Los combates en este juego son resueltos con mediana facilidad siempre que se tenga en cuenta que quedarse parado es sinónimo de suicidio: Quedarte quieto mientras disparas a esos monstruos que te persiguen a todas partes reducirá tu, ya escasa de por sí, vida. El juego exige que te muevas constantemente y eso es lo que le da más vidilla al juego.
Si te las ingenias bien, incluso puedes conseguir tener a tu lado una mascota que te ayude en los combates (tal cual los familiares del Castlevania Symphony of the Night) tras vencer a sus madres en duelo singular o diferentes accesorios para la casa de Nadja o para su uso personal como ropas o armaduras.

Picnic bajo el mar

Una parte importante del juego lo supone el sistema de cocina. Gracias a las habilidades culinarias de Nadja y las recetas que aprende aquí y allá en sus travesías, Nadja es capaz de aprender a hacerse diferentes tipos de comida que tan pronto pueden darle unos puntos de vida en situación de peligro como la ayudan a regenerarse, le aumentan la defensa, la potencia de sus ataques o le dan habilidades especiales a sus formas.
Los ingredientes se pueden conseguir de cualquier cosa que se mueva en el juego (incluso los peces que parecen un adorno del juego te sirven como una fuente casi inagotable de comida) así como de diferentes plantas que puedes arrancar con una determinada canción. También hay diferentes accesorios para la casa de Nadja que te dan ingredientes por la cara con sólo tenerlos por allí.

Normalmente sólo podrás combinar dos ingredientes para conseguir un plato pero si encuentras una cocina podrás combinar tres, cosa necesaria para algunos platos que no se pueden preparar de cualquier manera (y menos en medio de un combate contra un jefe…).

Marionetas de un teatro sonoro

Los fondos del juego son auténticas obras de arte. Sin ser realistas, sí que son preciosos y realizados con mimo y dedicación exhaustivas. En este sentido, el juego es una enorme ilustración en movimiento. Y hay una variedad enorme de escenarios como las aguas del hogar, las aguas abiertas, el bosque de kelp (una de las zonas más absurdamente enormes del mapeado), “el mundo de la luz”, el abismo… cada cual tiene sus propios enemigos y retos a superar.

Sin embargo, los gráficos de los personajes y de los enemigos son un poco más burdos: Sin dejar de ser preciosos y realmente detallados, su forma de animación es bastante tosca, realizada mediante vectores, léase, que es como si vieras cómo se mueven unas marionetas. De todas maneras, tras un rato jugando ya apenas te das cuenta de este hecho y se asume con facilidad. Los enemigos y demás peces que te encuentras en tu vagar son similares, con detalles medio cómicos cuando los ves girarse pues no muestran ningún volumen, como si fuesen hojas de papel.
Y la música… no se puede mencionar Aquaria sin mencionar su genial apartado sonoro: La mayor parte de la música es tranquila, adecuada a la acción sosegada que hay a lo largo de los viajes de Nadja a lo largo y ancho del Verso con canciones más opresivas cuando toque introducirse en las diferentes mazmorras que pueblan el juego (la canción de la catedral submarina es de mis favoritas) y más rápidas cuando te encuentres con los grandes jefes. Merece la pena jugar tan sólo por la música.

Además, el juego está bien doblado por una voz que se adecúa a Nadja como anillo al dedo. Esa voz cuesta creer que sea de la de una participante en un juego amateur…

En definitiva…

Es un juego precioso que vale cuanto pagues por él. Es muy entretenido y larguísimo con una larga serie de retos que requerirán de estrujarse un poco las meninges (el paseo por el Abismo en medio de absoluta oscuridad necesita que te lo tomes con mucha, mucha, mucha calma…). Los gráficos están a la altura a pesar de sus pequeños defectos y la música, sonidos y doblaje son de gran calidad, así como su argumento.
También incluye un modo que te permite crear tus propios escenarios lo cual ayuda a alargar aún más la vida de este juego (más aún cuando puedes añadir tus propios gráficos y músicas…).
Como defecto diría que es muy, pero que muy, fácil perderse en ese enorme laberinto que es el Verso (de hecho, aún no me he acabado el juego y la culpa la tiene que no me han dado demasiadas pistas de por dónde tengo que continuar mi camino…). Los jefes no son imposibles de vencer pero más de una vez te acabarán dando una paliza si no sabes encararlos.
El juego está disponible en la página oficial de Bit Blot y se puede comprar por 30$, un precio que, a mi parecer, realmente merece ser pagado.
Porque no todos los juegos amateur vienen de Japón, os recomiendo este de tierras de habla inglesa.

Trailer del juego

Página oficial de Bit Blot desde la cual podréis bajaros la demo del juego o comprároslo si así os apetece.

Hasta más leer.