Enfermedades de los videojugadores

Todos nos hemos pegado una viciada intensiva de horas alguna vez en nuestra vida (incluso varias veces), y las disfrutamos como niños. Se ha demostrado que los videojuegos pueden influir positivamente en ciertos aspectos, como mejorar la capacidad de resolución, fomentar el trabajo en equipo, la agudeza visual, la concentración, la originalidad o la coordinación, entre otros.

Pero hoy nos vamos a centrar en uno de los aspectos negativos: las “enfermedades” que se derivan del uso intensivo de videojuegos, dividiéndolas en dos partes, las que, digamos, son catalogadas como “oficiales” y las que no.

Enfermedades “oficiales”

Empecemos por una clásica, la adicción. Se puede disfrutar de los videojuegos de forma sana, pero cuando pasan a ser una obsesión y no se puede vivir sin estar ocho horas al día jugando, se convierten en un problema. Y aún empeora la cosa si, a causa de ello, dejamos de lado actividades frecuentes en nuestra vida normal, como puede ser hacer deporte o salir con los amigos, pues nuestra salud y nuestras relaciones sociales se pueden resentir.

Si te pasas muchas horas delante de una pantalla, sea jugando a la videoconsola o en el ordenador, es muy probable que empieces a tener dolor de cabeza, cansancio visual, picor y enrojecimiento en los ojos. Esto es conocido como el síndrome visual del ordenador. Lo mejor al notar los primeros síntomas es descansar la vista, y la idea no es estar jugando al ordenador y descansar un rato en el sofá viendo la televisión.

sindrome_visual_ordenador

La Wii trajo un nuevo control que rompió esquemas y fue un éxito comercial, pero con ella también llego la enfermedad conocida como Wiitis. Principalmente es causada por el uso de Wiimote, ya que al intentar imitar el gesto que haríamos en la realidad, no controlamos la fuerza, y al no haber un impacto real (hacemos gestos al aire), se puede acabar sufriendo una especie de tendinitis, ya que toda la energía que utilizamos para el gesto no se transmite a otro objeto, sino que se acumula en nuestros tendones y articulaciones. Por no hablar de pegarle golpes sin querer a todo el mobiliario que nos rodea…

wiitis

Otra enfermedad relacionada con el control es la denominada Hidradenitis palmar de la PlayStation (realmente aplicable a cualquier otro mando).  Principalmente se manifiesta en las palmas de la manos en forma de irritación o ronchas de color rojo y durezas en las manos, síntomas provocados por la mezcla entre una mal postura al coger el mando, una presión excesiva sobre éste y la sudoración desprendida a causa de estar en tensión, que empeora el problema. En este caso, la solución también es muy simple: descanso.

hidradenitis_palmar

Enfermedades “no oficiales”

Después de tratar las enfermedades que se han catalogado de forma “oficial”, básicamente las de carácter físico, ahora vamos a analizar las otras, las que se derivan de nuestro comportamiento o forma de jugar.

Estás jugando a tu videojuego favorito y ya llevas horas y te dices a tí mismo, una partida más y lo dejo. Acaba esa partida más, y otra más, y así podemos estar hasta que se nos haga de día (o de noche). Aquí da igual que quieras continuar el modo historia hasta el siguiente punto de control o que estés jugando online, siempre la siguiente partida es la última y apago la videoconsola.

Otra enfermedad innata de los videojugadores es la de conservar todas las partidas guardadasSi tienes que empezar una partida nueva, lo harás en un espacio libre, nunca machando una partida anterior. Comprarás siempre las tarjetas de memoria de mayor capacidad, y si te quedas sin espacio, adquirirás una nueva, no se pueden sacrificar los logros conseguidos en el pasado. Además, si puedes tener una copia de seguridad, mejor que mejor. Es posible que vendas o tires tus videoconsolas antiguas, pero la tarjeta de memoria la vas a conservar como oro en paño.

memory_card_playstation2

Por otro lado, existe el síndrome de diógenes, tanto virtual como “real”.

  • Virtual: Conocido comúnmente como la objetitis aguda, consiste en coger cualquier objeto que nos encontremos en el transcurso de la historia, aunque su utilidad sea nula o ya no nos sirva porque, por ejemplo, tengamos uno de mismas características pero superior en todo, y andemos con el inventario siempre lleno. Otro síntoma es el de no querer utilizar, bajo ninguna circunstancia, los objetos consumibles que tanto nos ha costado encontrar.
  • Real: Se resumiría en la frase “acumulo cien videojuegos, compro diez más, juego tres, completo uno“. Tienes una estantería llena de videojuegos, de los cuales apenas has jugado a cuatro contados y has completado alguno, y no se te ocurre otra cosa que comprar las últimas novedades con la idea de que algún día tendrás un rato libre para jugar. Y por si fuera poco, aquí esta nuestro amigo Gabe Newell que nos hace proposiciones indecentes en Steam, que sólo provocan que se acentúen los efectos.

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También existe la impacientitis carguil, ante periodos de tiempos muertos o de espera, normalmente asociados a las pantallas que se ven antes de poder empezar a disfrutar el videojuego, a los tiempos de carga o a las esperas en el modo online. Se suele manifestar con el aporreamiento desesperado de los botones del mando, pudiendo ser acompañado por movimientos bruscos de las crucetas de control, intentando provocar con estas acciones que se acelere el proceso y la espera sea menor.

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Y, por último, ¿Quien no ha puesto excusas al perder una partida? Unos más que otros, pero los que más abusan de éstas, se les puede catalogar que sufren la enfermedad de la excusitis crónica, normalmente asociada a videojugadores a los que no les sienta muy bien el perder una partida.

Kiralte

Soy un marketiniano 2.0 barcelonés, que le encanta disfrutar de la buena música, los videojuegos y otros placeres que nos brinda la vida.

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1 respuesta

  1. baswil dice:

    La cura para el impacientitis carguil es una tabla llena de videos mientras va cargando en uno avanzo en otro y asi voy

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